Por Alexis Di Capo para el Informador Público
Los distintos grupos narcos que actúan en la Capital tienen un rol decisivo en la explosión social que se está produciendo. Por ejemplo, el corredor que se está conformando entre las villas 1.11.14 (Bajo Flores) y 20 (Soldati-Lugano) con la ocupación del Parque Indoamericano es funcional a la ampliación de la zona liberada como santuario del narcotráfico. En la mayor parte de las villas porteñas, los grupos narcos son la única forma de autoridad real y tanto los punteros kirchneristas como los grupos de ultraizquierda deben negociar con ellos. El gobierno, golpeado por las denuncias internacionales sobre su complicidad con el narcotráfico y el lavado, no blanquea el problema pero sí trata de actualizar la información.
Un mosaico de pequeños carteles
Un informe de inteligencia referido a las bandas que distribuyen la cocaína en la Ciudad y los principales centros urbanos del país señala que los peruanos, con presencia de un numeroso grupo de Sendero Luminoso, controlan dos villas claves, la 31 -Retiro- y la 1.11.14 (Bajo Flores). En la crisis de Soldati actúan entonces dos grupos, porque los paraguayos manejan el tráfico en la Villa 20 y los peruanos, como señalamos, en el Bajo Flores.
En el caso de los bolivianos, su enclave en la Capital es Liniers, que es la cabecera para la distribución en tres provincias: Córdoba, Santiago del Estero y La Pampa.
Un caso aparte son los dominicanos, que detentan el mercado de la droga en Constitución y Montserrat, de Avenida de Mayo a Caseros y de 9 de Julio a Entre Ríos.
En cuanto a los colombianos, el informe consigna que localizan su tráfico en la franja que va desde la isla del Cerrito en el Delta hasta el sur de la provincia de Santa Fe, incluyendo Rosario, aunque tienen una ramificación en Necochea. Volviendo a Rosario, los narcos son dueños y señores de un sector crítico, la villa que bordea las vías del tren y que se conoce como Villa Banana.
Por último, los mejicanos tienen hegemonía en la zona oeste y sur del conurbano bonaerense.